Hoy te quiero contar la historia detrás de Mi Amor Para Siempre (O como también podría llamarse: Lo que los hombres callamos en una ruptura)
Muchas veces se piensa que a los hombres no nos duele una ruptura. Pero la verdad es que sí. Lloramos en silencio, en soledad, y con heridas que no siempre sabemos cómo mostrar. Esta es la historia de cómo nació Mi Amor Para Siempre, una canción que, más que una composición, fue un desahogo.
Habíamos terminado todas las canciones del álbum Sin Fluctuar.
Estábamos en Medellín, en Merlin Producciones, en el estudio de mi gran amigo y hermano Juancho Valencia. Cuando terminamos de escuchar el disco, Juancho me dijo:
—Anddy, el álbum está espectacular, me gusta mucho, pero siento que hace falta una canción donde se destaque tu calidad vocal, donde se vea tu forma de interpretar.
Yo tenía dos canciones guardadas. Una era muy alegre, que era la que yo quería grabar. Pero él insistió:
—No, hagamos algo más romántico.
Esa noche me fui a descansar y al día siguiente —era sábado— regresé al estudio a las 5 de la tarde con mi hermano. Empezamos a trabajar en lo que hoy conocen como Mi Amor Para Siempre.
Tenía frases sueltas, imágenes que me venían a la mente. Quería hablar del dolor masculino durante una ruptura, de eso que no solemos decir. Por ejemplo, una frase que siempre nos dicen es: ¿A ti no te duele?
Y de ahí surgió la línea: “Te fuiste y no sabes cómo duele”.
¿Qué es lo que duele?
Despertar de madrugada y sentir tu ausencia en la cama. Que todo me sepa a nada. Ese momento en que te tomas el sancocho más rico del mundo, pero te sabe a agua. Te tomas el trago más fuerte, y pasa como si nada.
Ahí entendí que en mis distintas rupturas había sentido muchas cosas que nunca había verbalizado. Empezó a salir todo. No hablaba de una persona en específico, hablaba de mí, de mis procesos. Mi hermano también acababa de terminar una relación larga, así que nos reíamos entre lágrimas. Juancho, no recuerdo si estaba soltero en ese momento, pero entre los tres se armó una conversación muy honesta. Tristezas que como hombres normalmente no compartimos.
No es común sentarnos entre amigos y decir: Tal vez fallé en esto… no supe escuchar… y eso me dolió.
Mi Amor Para Siempre fue eso: un desahogo. Una forma de narrar lo que todos, hombres o mujeres, hemos sentido alguna vez.
Dato curioso:
Grabé la canción en una sola toma. Me conecté tanto con la letra que la canté completa de una vez. Luego ajusté un par de detalles… pero la emoción ya estaba ahí. One take.